martes, 2 de septiembre de 2008

Arela, los frutos del bosque como base de un taller artesanal






Arela es una empresa familiar dedicada al cultivo de pequeños frutos y su transformación en mermeladas, confituras, licores y vinos de forma totalmente artesanal.

Desde hace dos años esta familia eumesa cultiva, en la parroquia de Vilar en Pontedeume, dos fincas de cerca de seis mil metros cuadrados dedicadas al cultivo de pequeños frutos, también conocidos como frutos del bosque.

“Comenzamos en esto un poco por los hijos, cuando compramos la primera finca hace diez años, nos decían que no plantásemos algo diferente a lo que plantaba todo el mundo. Y así fué, comenzamos por los pequeños frutos, primero para nuestro consumo y cuando ya no sabiamos que hacer con ellos empezamos a pensar en montar una empresa”.

Así contado parece fácil, pero detrás de Arela, están muchos años de estudio, de buscar información en Internet, de viajes al Seriga (centro de investigación de Asturias en el que hicieron un estudio de la adaptación de los pequeños frutos a nuestro clima), y de buscar toda la información que los pudiera ayudar en su proyecto.


Juan Marcote y María Lago tienen distribuídas las tareas: María se encarga de la recolección y transformación de la fruta en mermeladas y confituras artesanales, licores y viños dulces. Juan investiga, cultiva y cuida de las plantas y del papeleo preciso para llevar la empresa a buen puerto. La recolección se hace entre junio y noviembre, pero la época fuerte es julio y agosto, “los frutos no maduran todos de golpe, hay que pasar todos los días, mañana y tarde. Ahora recogemos cerca de 60 kilos diarios que recojo yo sola y los fines de semana con la ayuda de mis nueras. El año pasado la producción fué de 3000 kilos pero en cinco o seis años será de unos 6000”.

Hace unos años hubo un intento de implantar el cultivo de estos frutos en Galicia pero no prosperó, y por lo que conocen en esta empresa sólo se producen en Villaviciosa, Asturias, y en Melide, Galicia. “Pero nosotros somos los primeros productores que ademés de producir transformamos, no hay otro taller artesano en Galicia, los otros productores que conocemos venden la fruta en fresco o congelada”.

Deseo muy fuerte

Arela, en gallego significa deseo muy fuerte de una cosa. Con esta palabra se resumen los trabajos, esfuerzos e ilusiones con las que emprenderon esta nueva etapa de su vida. En ella está “embarcada” toda la familia, los socios son los padres y sus tres hijos y todos aportan su grano de arena. “El mayor diseñó las etiquetas, el mediano es el encargado de los subministros, y el pequeño es el que me ayuda a hacer las marmeladas, es el que maneja la máquina de esterilizar los botes”, destaca María.

El obradoiro donde Arela elabora sus productos está equipado con las últimas tecnologías exigidas para la elaboración artesanal. Desde el mes de febrero de 2008, cuando consiguieron todos los permisos, después de dieciocho meses de gestiones, están trabajando para conseguir un fondo de almacén con el que abastecer el mercado.

“No hacemos tiradas grandes, a la elaboración de las mermeladas le dedicamos dos días por semana, y cada día se pueden elaborar unos veinticinco kilos de fruta. Por eso congelamos la fruta en las épocas de más producción, para poder disponer de ellas el resto del año y seguir elaborando. Aún así tenemos que comprar en Villaviciosa y Melide porque nuestra producción aún no está a pleno rendimiento”.


Proyectos

Arela ya está pensando en el siguiente paso, una finca más extensa en una zona próxima “En la que podamos tener el obradoiro, un punto de venda y degustación, todo en el mismo lugar, pero aún tenemos que encontrar el sitio apropiado. Ahora lo que nos ocupa el tiempo es la comercialización y la producción. Por ahora solo pensamos en distribuír en la comarca, luego ya veremos... Tenemos clientes interesados en Coruña, Vigo y Madrid, pero queremos ir poco a poco”.

Actualmente los productos de Arela se pueden comprar en la Agroalimentaria do Eume, frutería María en el mercado eumés, Tienda de Román, charcutería As Landras y en algunos restaurantes de la comarca eumesa: La Solana, O Andarubel, ....


Fruta de huerta

El proyecto de esta familia va más allá, conscientes de la importancia de recuperar los cultivos de huerta, y de la buena calidad de las frutas de la zona del Eume, compran toda la fruta que pueden dentro del territorio y sólo cuando no la encuentran en el Eume o en Galicia recurren a otras explotaciones en Asturias.“No queremos fruta de fuera, la cereza y la manzana la traemos de Vilarmaior, la pera de Ombre, en Pontedeume. Todo lo que podemos comprar aquí viene de aquí. La fruta de huerta no la trabaja casi non nadie, y se pierde porque no se vende. Hay manzana y pera muy buena, y queremos darle salida a esa fruta. Poco a poco iremos comprando directamente a los productores, porque queremos usar la fruta de calidad del Eume”.

El entusiasmo y el trabajo de esta pareja de eumeses por fomentar el cultivo de estas frutas ya empieza a dar resultados en la comarca. En Nogueirosa ya hay una nueva explotación de tres mil metros cuadrados en marcha y en A Capela pronto comenzará otro produtor. Los propietarios de Arela confían en que en un futuro no muy lejano el Eume sea conocido por las explotaciones de pequeños frutos.


Totalmente naturales

María ya había sido confitera en un restaurante familiar en la Costa da Morte, y durante muchos años continuó haciendo mermeladas para regalar a los amigos y familiares. Los productos que Arela ofrece se hacen en base a las mismas recetas, los únicos ingredientes son froita, azucar y limón, “sin espesantes ni nada, muchas las fuí inventando. Me gusta hacer pruebas y mezclas, como la mermelada de kiwi y granadina. Los amigos y la familia fueron los primeros críticos”.



El cultivo es tamén totalmente ecológico, porque las plantas no se tratan “las plantas se regeneran todos los años y son muy resistentes. Todos los inviernos se podan a ras de suelo, y hacemos compost para abonar con el estiercol de nuestras gallinas de Mos y los restos de las podas. Todos los años abonamos con el compost que generamos en la finca y no llevan nada más.”

Del buen hacer de María Dulce surgieron productos tan apetecibles como las mermeladas de pomelo y cereza, de cereza y miel, de claudia a la menta, manzana y tomillo, mandarina y frambuesa, o los licores de arandanos, abruños o hierba Luísa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantan las mermeladas de Arela, en especial la de alquequenje. Os la recomiendo!