martes, 12 de agosto de 2008

Cooperativa Campo Capela: “Sin colorantes ni conservantes”

El secreto de los productos comercializados por la cooperativa está en la utilización de leche cruda de vaca, lo que lo diferencia de otros productos similares que emplean leche pasteurizado. En la transformación se insiste en un rigoroso control del proceso de elaboración sin colorantes ni conservantes. Además del requeixo, que es el producto estrella del sello “Campo Capela”, se produce queiso fresco, con y sin sal, y queso gallego semicurado.

En el año 2006 la Cooperativa apostó fuerte por la renovación con la creación de la fábrica de requeixo, “una inversión e un riesgo muy grande que asumimos porque había que mobilizar esto”, destaca la presidenta. “Tuvimos la ventaja de que el concello llevaba años organizando una fiesta de exaltación del requeixo, producto tradicional en la zona y muy conocido en la comarca. Los estudios de mercado no eran muy positivos pero teníamos claro que necesitábamos buscarle un valor añadido a nuestra leche creando al mismo tiempo más puestos de trabajo. En A Capela no hay empresas y la Cooperativa creó 15 puestos de trabajo, lo que significa que tenemos que seguir en esa linea y si podemos conseguir emplear a más gente mucho mejor”.


Por ahora la fábrica de requeixo transforma el 10% de la producción de la cooperativa, mil kilos semanales de productos elaborados que distribuye en estableciemientos de toda la comarca y en grandes superficies de Coruña y Santiago, “la distribución la hacemos nosotros, queremos ir poco a poco, una gran distribución encarece los precios y queremos continuar vendiendo a un precio razonable, mantener la relación calidad-precio”.


“Desde 1969 al servicio del agro”

En el concello de A Capela hay cerca de 2800 vacas, duplicando el número de personas empadronadas, lo que da una idea de la importancia que el sector ganadero supone para este concello. En la cooperativa se agrupan 263 socios de muchos de los concellos de los alrededores, entre ellos Neda, Cabanas, San Sadurniño, Mugardos, As Pontes, ...


La mayoría de los ganaderos se dedican a la producción de leche aunque también hay productores de carne. La media son explotaciones familiales con veinte o veinticinco vacas e unos 150.000 kilos de cuota de leche por año. A pesar de que el agro no viva sus mejores momentos la cooperativa continúa creciendo y apostando por la comercialización de la leche y de sus derivados.


La cooperativa se fundó en el año 1969, cuando veintidos ganaderos decidieron unirse para sacar mejores beneficios en el precio de la leche. Constantino Nabeiras fué la cabeza visible, siendo uno de los fundadores y presidente de la misma hasta su fallecimiento, “fué el de la cooperativa, tenía el sentido del cooperativismo muy arraigado. Ttrabajó muchísimo, llegó a tener desatendida su propia explotación por los problemas de la cooperativa”, señala Manuela Permuy, actual presidenta de la cooperativa.


Manuela Permuy es la presidenta de la cooperativa desde hace nueve años, “yo no decidí serlo, pero me convencieron y gané sin esperarlo, pero estoy muy contenta a pesar del trabajo. Afrotunadamente cuento con la ayuda de unos técnicos muy buenos”.


Recientemente la cooperativa fué merecedora del 3º “Premio de Iniciativas e Asociacionismo Agrario” en el XXVIII Concurso Internacional del día del Agricultor 2007, en la trigésima edición de la Semana Verde de Galicia que tuvo lugar en el concello pontevedrés de Silleda, lo que constituye un reconocimiento a la labor de tantos años, “estamos muy contentos con este premio, que nos empuja a continuar creciendo y trabajando como hasta ahora”.

En la actualidad la cooperativa cuenta con quince personas empleadas, Víctor Sabín, que lleva la parte técnica y la gerencia; Ana, Cruz y Carmiña, que se encargan de las tareas administrativas; dos conductores para recoger la leche, tres en la fábrica de requeixo, una persona para la limpieza y cinco más entre la fábrica de piensos y el reparto. La cooperativa vende toda su producción a leche Río y transforma un 10% de la misma en la fábrica de requeixo.


Víctor Sabín destaca que en los últimos cinco años cerraron cerca de treinta explotaciones ganaderas sólo en A Capela, “el número de granjas se reduce, aunque tenemos dos o tres altas por año, y en 2007 tuvimos dieciseis nuevos socios, y la producción en volumen de litros aumenta”.


La falta de renovación frena el desarrollo, pero hay otros factores, “nunca puedes contar con unos beneficios fijos porque dependen de muchos factores: del tiempo, la demanda del mercado, del precio de los cereales,... La cuota láctea frenó la producción y todo ayuda a que cada vez sea menos la gente joven que trabaja en las explotaciones. Mi hijo de pequeño quería ser ganadero, pero cuando crecen todos cambian de idea. El rendimiento es bajo y las horas de trabajo muchas”.


Retos de futuro

Aumentar la producción y ofrecer más y mejores servicios continúan siendo los principales objetivos de cara al futuro. Tanto la presidenta como el gerente coinciden en que la fábrica de requeixo es uno de los puntos fuertes, “es el mayor reto que tenemos ahora mismo, triplicar la producción actual e ir abriendo más mercados en la provincia. También tenemos que hacer pequeñas reformas en la fábrica de piensos para adaptarla a la nueva normativa”.


Ademais de los proyectos de cara al futuro, Manuela Permuy destaca que uno de los objetivos de la cooperativa es la formación de los ganaderos, “una de las labores más importantes es formar a los socios, de esta manera actúa coma agente dinamizador y socializador. A lo largo del año organizamos, en coordinación con la Asociación galega de cooperativas, cursos de todo tipo: de informática, jardinería, podología, cocina, conservas, y los que nos van pidiendo, eso nos pareces también muy importante”.


jueves, 7 de agosto de 2008

Confeitería Obradoiro, elaboración artesanal con el sabor de siempre

Más de diecisiete años recuperando antiguas recetas


La confitería Obradoiro en Pontedeume es un buen ejemplo de recuperación de nuestra cultura gastronómica tradicional y de como la calidad de los productos y el respeto al buen hacer todavía tiene un espacio en este mundo de comida rápida y repostería industrial.


Antiguamente los productos típicos de la repostería tradicional eumesa eran elaborados en los hogares por algunas mujeres que luego los vendían como una ayuda a la economía familiar. Cristina Dopico regentaba un pequeño ultramarinos en la rúa Lombardero pero en su casa también hacía dulces por encargo para fiestas y celebraciones, “era la que hacía las costradas cuando había banquetes de gente importante, cuando se reunían los jueces, abogados, ...”.


Maribel, Lourdes y Beatriz, allá por el año 1990, decidieron continuar con la tradición familiar que comenzara su madre. Dieron los primeros pasos en el mundo empresarial en un pequeño local de la Rúa Santiago que les dejó una amiga y, cuando se les quedó pequeño, compraron un antiguo edificio típico de la arquitectura eumesa en la Rúa Pescadería, que rehabilitaron con las ayudas del programa PRODER que gestionaba EuroEume.


“Ya teníamos medio camino andado, la gente sabía como trabajaba nuestra madre y nos conocía. Decidimos continuar haciendo las cosas como ella las hacía. Recuperamos dulces típicos de aquí e hicimos un curso de pastelería para tener más variedad, pero nuestro fuerte son las especialidades de siempre”, señalan las hermanas que alternativamente van contando una pequeña parte de sua historia. "El mérito de esto es todo de nuestra madre, nosotros sólo decidimos seguir la tradición que ella marcó respetando todo tal y como ella lo hacía".


Elaboración artesanal

La llave del éxito de este obradoiro está, no sólo en el respeto a las recetas de antaño, sino en una cuidada elaboración a base de materias primas naturales, dándole prioridad a las autóctonas como cebollas del país, requeixo, etc. y la no utilización de conservantes, colorantes o antioxidantes. "La gente quiere buenos productos. Aquí el limón es limón, no usamos esencias. Las cremas se hacen en el momento, la nata es nata, etc. Los márgenes son menores porque trabajamos con productos más caros y no podemos hacer grandes cantidades. Por eso trabajamos mucho por encargo".




Recuperación de la “dulcería” tradicional

Como decíamos al principio de este artículo, antiguamente no había ni pastelerías, ni confiterías, la gente hacía los dulces en casa para consumo propio, y algunas mujeres hacían dulces por encargo para los días de fiesta y celebraciones especiales, “las almendras siempre fueron muy caras e no estaban al alcance de cualquiera, por eso la repostería tradicional se hacía para las casas grandes”. Las primeras tiendas de venta de duces se llamaban “dulcerías”.


Costrada

Cuenta la leyenda que fué introducida en Pontedeume por los monjes agustinos procedentes de Italia, en el medievo. La costrada es lo más representativo de la cocina tradicional eumesa, no sólo por su antigüedad, sino por el hecho de ser un producto exclusivo de la comarca y porque se trata de un producto exclusivo de días de fiesta.


La receta de la costrada estuvo cerca de perderse, y fué Cristina Dopico, madre de las propietarias de Obradoiro, quien la recuperó gracias a una monja. Es por eso que la costrada, que ya de antiguo hacía esta afamada repostera, mantiene la receta original que continúan utilizando sús hijas.


Aunque se parezca a una empanada es bien diferente. El relleno puede ser de carne o pescado. Para la de pescado se emplea rodaballo y vieiras, mientras que la de carne lleva jamón, lomo y pollo. Está formada por cuatro pisos de masa, muy fina pero consistente, en las que se entremezclan la carne o el pescado con cebolla y pimiento. El resultado es una masa crujiente por fuera y blanda por dentro, con sucesivas capas de relleno, como una especie de lasaña.


Tarta de Pontedeume

Hasta hace unos años esta tarta había caido en el desconocimiento a pesar de su antigüedade y del caracter único con respecto a otras tartas de almendra. Hay referencias a la misma en el libro de Picadillo “La cocina práctica” editado en 1916. Las propietarias de Obradoiro conocían esta tarta por ser otra de las especialidades de su madre, pero cuentan que era una tarta “negra” y muy grande ya que para a su elaboración necesitaban cinco docenas de huevos, azucar y almendra. Al ser tan grande estaba muchas horas en el horno, por lo que la capa superior era completamente negra.

Las artesanas de Obradoiro la hacen más pequeña para que pueda venderse con mejor presencia, pero manteniedo los ingredientes y la forma de hacerla original, “no tiene nada que ver con la tarta de Santiago, esta sólo lleva yemas y no tiene harina. Lo único que le pusimos fué el escudo de Pontedeume por fuera.”


Melindres y almendrados

Son sin duda los productos más vendidos y conocidos de Pontedeume. No hay fiesta o reunión en la que fallen estos dos productos que, por otra banda, son representativos de esta villa costera y habituales en todas las fiestas gallegas


La Proia

La Proia, una bolla hecha a base de manteca, tiene mucha fama por su especial elaboración, que la diferencia de otras proias o bollas dulces típicas de otros ayuntamientos del territorio.

El Manguito, a pesar de ser también un dulce típico de esta Villa, es uno de los menos coñecidos. Nuevamente la almendra es el ingrediente principal de este bizcocho. Tarta de queso, de manzana, bolla de maiz, bolla de nata, bizcochadas, mantecadas y las apreciadas empanadas son los otros productos estrella de esta confitería artesanal.